El Mundo del Abogado

Alfredo Trujillo Betanzos

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Alfredo Trujillo Betanzos

Los 25 libros jurídicos más influyentes en México

Reportaje | Vida | Trabajos

Autor:

Gilberto Adame López*

La “biblioteca mínima” de todo abogado que aquí nos ofrece el autor está integrada por los libros que, en su opinión, son los 25 libros jurídicos más influyentes editados en México.

La selección está basada en la época en que se publicaron, el éxito que tuvieron, lo innovador del tema o por haberse convertido en verdaderos clásicos del Derecho.


1. Eduardo García Máynez, Introducción al estudio del Derecho, 1940

Es el libro jurídico más importante en la materia, no sólo por el número de ejemplares vendidos en México, sino por su auge en distintos países de habla hispana. Además, su lectura constituye un puente necesario entre la educación media superior y el grado universitario, puesto que en el primero de los niveles citados se imparte la materia de nociones de Derecho positivo mexicano, pero con una amplitud y una generalidad insuficientes para el primer contacto pleno con la materia. Antes de su existencia, en las facultades no se impartía la materia de introducción al estudio del Derecho, por lo que este libro es considerado un parteaguas en nuestro país. A partir de este título, distintos autores comenzaron a escribir y, desde entonces, existe esta cátedra. Su primera edición se remonta a 1940 y ha alcanzado ya 50. Es un texto que se considera vigente y útil, tan es así que podría afirmarse que aquel estudiante que no lo haya revisado, es incapaz de entender el Derecho.

2. Manuel Borja Soriano, Teoría general de las obligaciones, 1939

Un libro que ha alcanzado las 21 ediciones. Es el más importante y completo, didáctico e innovador en el tema, pues comprende las teorías extranjeras aplicables a la interpretación del Derecho mexicano y analiza la legislación vigente al momento de su elaboración, es decir, el Código Civil de 1928, comparándolo con los de 1870 y 1884, para desentrañar el origen de cada disposición; el índice por artículos relacionados, con cada código, es de gran utilidad para los estudiosos del Derecho. Es de los pocos libros de materia civil que justifican la existencia de antecedentes históricos en su contenido, ya que el maestro Borja participó activamente en la redacción del código vigente que, a diferencia de su antecesor, no incluía un apartado general para las obligaciones, lo que vuelve a este libro fuente de primera mano.

3. Ignacio Burgoa Orihuela, El juicio de amparo, 1943

Esta obra se publicó por primera vez en 1943 y se ha editado en 43 ocasiones. Sin duda es un texto que se ha convertido en la herramienta obligada para esta cátedra. Ha permitido llamar a su autor el “Quijote del Amparo”, por su manera de entender, explicar y defender la institución mexicana del juicio de garantías. El contenido es amplio, pues analiza la historia, el objeto, el funcionamiento procesal, los efectos prácticos y las causas, y explica por qué este juicio es un medio de defensa constitucional. Cabe destacar que esta obra fue escrita por el autor a la temprana edad de 24 años, como presagio de su gran capacidad y sabiduría.

4. Felipe Tena Ramírez, Derecho constitucional mexicano, 1944

Siendo su primera edición de 1944 y habiendo llegado a 33, éste es uno de los principales textos de Derecho constitucional. Fue sometido a constante rectificación y vigilancia por parte de su autor, quien fue ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y considerado uno de los abogados más respetados en la materia. Contempla el análisis del poder constituyente, el constituyente permanente, nuestra forma de gobierno, los tres niveles de gobierno, las facultades de cada cámara del Congreso para legislar de manera general y exclusiva, las funciones del presidente de la República, la organización del Poder Judicial federal y la responsabilidad de los funcionarios públicos, exponiendo de todos ellos sus facultades y limitaciones. Casi 70 años después de que vio la luz, es un referente indispensable.

5. Rafael Rojina Villegas, Compendio de Derecho civil, 1959-1962

A diferencia de muchos autores que advierten al inicio de su obra el no pretender hacer una obra extensa sobre ésta o aquella materia, el maestro Rojina escribió en ocho tomos el primer gran tratado jurídico en México. Explica de manera clara los diversos conceptos fundamentales del Derecho civil, abordando todas sus partes integrantes. Es un texto que continúa vigente y utilizándose en las facultades de Derecho para la enseñanza de los primeros cursos de la materia. Se mantiene actualizado por la hija del maestro.

6. Ignacio Galindo Garfias, Derecho civil: primer curso, 1973

Esta obra, que se editó por primera vez en 1973, ha alcanzado 26 ediciones. Dicho por el propio autor, “con la publicación de esta obra pretendo poner al alcance de los alumnos del primer curso de Derecho civil, la información que sobre los temas en ella tratados he recogido a través de las explicaciones de cátedra. Tiene, por consiguiente, una finalidad didáctica…” Su consulta es obligada para el estudiante que tiene una primera aproximación al Derecho civil, pues con sencillez y claridad, pero con la amplitud suficiente en cada caso, entrega al lector los conceptos jurídicos fundamentales de la materia. Hay que hacer notar que en este libro, como el mismo autor lo reconoce, se encuentran múltiples notas a pie de página, las cuales enriquecen y dan información que quizá debió ocupar la parte general de su factura.

7. Ramón Sánchez Medal, De los contratos civiles, 1972

Este texto es considerado un libro de cabecera. Su autor impartió cátedra en la Escuela Libre de Derecho y en la Universidad Nacional Autónoma de México. Desde su primera edición en 1972, ha logrado 23, innovando en la forma en que clasifica los contratos, con base en un método que es aplicable a todos, a los que los analiza desde el punto de vista de las partes que intervienen, las prestaciones que se entregan, la correspondencia o la reciprocidad entre las mismas y su momento de ejecución, entre muchos otros criterios que no habían sido manifestados hasta ese entonces. A la fecha sigue vigente.

8. Mario de la Cueva y de la Rosa, El nuevo Derecho mexicano del trabajo, 1972

Esta obra se editó por primera vez en 1972 y ha llegado a las 22 ediciones. Recuerda el momento histórico del despertar del sindicalismo europeo a principios del siglo XIX y las luchas de los trabajadores mexicanos al despuntar el siglo XX. En este texto, el autor amplía y reitera sus comentarios sobre la historia de esta rama del Derecho positivo en México, que había plasmado en su obra anterior titulada Derecho mexicano del trabajo. Aborda temas como las circunstancias de su aparición, su desarrollo durante la Edad Media, su evolución, la influencia de las doctrinas sociales y la Iglesia. En palabras del maestro, “la historia del Derecho del trabajo es uno de los episodios más dramáticos, por su profundo sentido de reivindicación de los valores humanos, tal vez el más hondo de todos, por lo que es la lucha por la liberación y la dignificación del trabajador; lo que es tanto como decir la liberación y dignificación del hombre en su integridad”. Es el primer libro que aborda integralmente la regulación del trabajo en México, incluyendo el pasado y el presente, junto con las reformas que ha tenido el artículo 123 constitucional hasta la fecha.

9. Gabino Fraga, Derecho administrativo, 1934

Con 46 ediciones, se erige como la gran obra del Derecho administrativo mexicano, de incipiente estudio en cuanto fue creada. Es un clásico con una fama que pocos textos jurídicos alcanzan. La primera edición se publicó en 1934. El autor impartió la materia en la Escuela Nacional de Jurisprudencia en 1930 y se le ha llamado el “Forjador del Derecho administrativo en México”. Una obra de gran relevancia, básica en la bibliografía de todo estudiante de Derecho, por desprenderse del Derecho constitucional y ser de éste la base de organización.

10. Jorge Carpizo McGregor, La Constitución mexicana de 1917, 1969

De toda su bibliografía, destaca esta obra editada en 1969. Comenta el autor: “Esta Constitución configura un orden social que parte de nuestra guerra de Independencia con la Constitución de Apatzingán en la cual se configuró un sistema jurídico basado en la noción de soberanía y derechos del hombre, con exclusión de la libertad religiosa, un régimen republicano, el principio de la división de poderes y un sistema representativo indirecto”. Es un texto que estudia, desde la perspectiva de la ciencia jurídica, diversos aspectos de nuestra ley suprema, principal apoyo para la comprensión y el análisis de esta ley. También tiene un carácter innovador, al tratar la materia constitucional mezclando asertivamente su aspecto jurídico con el político y social.

11. Mariano Jiménez Huerta, Derecho penal mexicano, 1972

Dado que el Derecho penal es una de las materias de mayor interés e importancia, por ser el delito un fenómeno humano que se ha producido a través de la historia y ha sido objeto de una valoración cultural, esta obra señala los principios lógicos que obligan a contemplar dicho fenómeno en su realidad histórica, filosófica y jurídica, más cuando partimos de la base de que en todos los lugares y en todas las civilizaciones han existido comportamientos humanos objetos de desaprobación. El autor, con gran erudición, trata la parte general y los delitos en particular, de una manera clara, exponiendo las teorías que les son aplicables. Esta obra se editó por primera vez en 1972 y hasta 2003 llevaba siete ediciones.

12. Jorge Barrera Graf, Instituciones de Derecho mercantil, 1989

En esta obra cumbre de su vida profesional, el autor plasma, con genialidad, toda su experiencia, al escribirlo al final de su vida. Podemos encontrar en esta obra la extensa gama de instituciones de Derecho mercantil, ya que si bien es cierto que la disciplina se relaciona con el comercio, esta rama del Derecho comprende áreas no comerciales, como la expedición de títulos valor respecto de actividades civiles, o la utilización de navíos para fines deportivos o científicos. Nos ofrece una visión y una explicación de fácil comprensión que nos permite entender de manera eficaz la materia. Su primera edición fue en 1989 y hasta el momento ha logrado dos más.

13. José Becerra Bautista, El proceso civil en México, 1962

El autor de esta obra, la más completa en su género, persigue una visión panorámica del Derecho procesal civil, resumiendo, entre otros temas, las reglas básicas a las cuales deben sujetarse las autoridades jurisdiccionales, la distinción entre actos inexistentes, nulos y anulables, partes y terceros extraños al juicio y competencia. Sin duda, constituye una guía práctica dirigida a quienes inician estudios en la teoría general del proceso y el Derecho procesal civil. Editado por primera vez en 1962, hasta la fecha cuenta con 19 ediciones.

14. Luis Recasens Siches, Tratado general de filosofía del Derecho, 1959

Esta obra se editó por primera vez en 1959, sumando 16 ediciones hasta la fecha. El autor fue influido por las ideas de José Ortega y Gasset, por lo cual logró elaborar una concepción jurídica de notable fecundidad, pues él, junto con Niceto Alcalá Zamora, es uno de los grandes representantes del exilio jurídico español en la Universidad Nacional Autónoma de México, y fue un detonador para que otros maestros publicaran sus obras. Es un instrumento útil para orientar a los estudiantes universitarios y a los juristas en general. Pleno de erudición, su lectura requiere plena concentración a todos cuantos sientan un interés por los temas del Derecho, del Estado y de la justicia en nuestra humana existencia. Al ser la filosofía del Derecho una materia tan compleja, se coloca al final de los planes de estudio, como corolario al cúmulo de conocimientos adquiridos durante toda la carrera y con el panorama pleno del mundo del Derecho.

15. Roberto Luis Mantilla Molina, Derecho mercantil, 1946

Publicado por primera vez en 1946, y con 29 ediciones a la fecha, se convirtió en libro de texto y de consulta en escuelas y despachos de México, así como en varios países de Centroamérica. Actualmente es catalogado como un clásico de la materia mercantil. La manera en que aborda el estudio de los temas más controvertidos de la materia lo hace de fácil comprensión, gracias, además, a la elegancia de su redacción. Esta obra se caracteriza por la facilidad del autor para elaborar definiciones con argumentos firmes que brotan del estudio de la doctrina, del Derecho comparado y de la jurisprudencia. El hecho de ordenar y correlacionar diversas normatividades complica la actualización de esta obra, pero sin duda esta característica la hace atractiva para que el estudiante o el profesionista que tenga que realizar una consulta bibliográfica, la haga su primera opción.

16. Francisco Lozano Noriega, Cuarto curso de Derecho civil: contratos, 1962

Un libro que comenzó confeccionado con apuntes de los alumnos se transformó en un tratado que no puede escapar a la lectura de quien se diga estudioso de los contratos, y menos de quienes elaboren los mismos en la práctica diaria, ya que fue escrito de manera excepcional, a la manera en que se expone en el aula. Demuestra de manera indubitable que las definiciones y los conceptos tradicionales carecen de técnica jurídica y que siempre es menester para un buen jurista la comprensión sistemática de todos los principios rectores del Derecho, pues nada está dicho en las diversas relaciones jurídicas que los individuos entablamos día a día. Esta obra se editó por primera vez en 1962. Tiene la particularidad de que su autor donó las regalías y los derechos sobre esta obra al Colegio de Notarios del Distrito Federal, A.C., que sigue publicando ediciones de la misma.

17. Raúl Carrancá y Trujillo, Código penal anotado, 1962

La primera edición de esta obra fue en 1962, y a la fecha suma 26. Este libro lleva de la mano a quienes no son expertos en la materia a abordar de manera frontal y segura el aprendizaje del Derecho penal. Con cuidadosos comentarios y experiencias prácticas, se convierte en un deleite para la lectura. Siguiendo la premisa de que siempre hay que comenzar estudiando la ley, enseguida la jurisprudencia y al final la doctrina, en esta obra se pueden apreciar estas tres aristas en un orden esquemático de acuerdo con el código penal, pero enriquecido por los dos elementos complementarios que hacen de la obra un estupendo compendio de Derecho positivo y sus fuentes. Además, esta obra mantiene su vigencia y su interés por la actualización que realiza el hijo del autor, el maestro Raúl Carrancá y Rivas.

18. Rodolfo Batiza, Las fuentes del Código Civil de 1928, 1979

La obra del jurista Rodolfo Batiza sin duda es una gran contribución jurídica en la historia del Derecho en México, ya que reúne un estudio sobre la codificación civil francesa y las fuentes del Derecho civil mexicano relacionadas con el código francés de 1804. Estudio jurídico que ha merecido reconocimiento nacional e internacional, este libro se ha editado desde en 1979 y permite una fácil compilación de las fuentes del Derecho civil mexicano, pasando por sus antecedentes inmediatos: los códigos civiles de 1870 y 1884.

19. Rafael de Pina y José Castillo Larrañaga, Derecho procesal civil, 1946

Ante la publicación del nuevo Código de Procedimientos Civiles de 1932, cuya principal novedad fue la tendencia, no lograda aún, de la oralidad en los procedimientos judiciales, en contraposición a la forma escrita que hasta esa fecha había imperado, se volvió imprescindible contar con una obra jurídica que ayudara a entender y a realizar con éxito esa transición. Dicha tarea concluyó en 1946, con la publicación de este título, que ha alcanzado 28 ediciones y que tiene la particularidad de la mixtura de la cultura jurídica española de Rafael de Pina con la cultura jurídica mexicana del maestro Castillo Larrañaga.
20. Ernesto Gutiérrez y González, Derecho de las obligaciones, 1961

Esta obra jurídica, editada por primera vez en 1961 y que logra hasta el momento 16 ediciones, es una extensa compilación de estudios jurídicos nacionales e internacionales, relacionada con la enseñanza de las obligaciones y generadora de criterios jurídicos propios para los estudiosos del Derecho, a quienes ayuda a consolidar el aprendizaje y la aplicación práctica de las disposiciones legales. Comprende el desarrollo de las obligaciones en cuanto a sus antecedentes, elementos, fuentes, efectos, responsabilidad, clasificación, transmisión y extinción, además de la importancia de los principios éticos en la materia, lo que la convierte en una herramienta imprescindible en la formación jurídica. Controvertida y con un estilo desenfadado, goza del sello de la sencillez en sus ejemplos y en sus citas, lo cual facilita al estudioso del Derecho el acceso a conceptos jurídicos que la mayoría de los autores explican de manera rebuscada. Edición tras edición, el maestro realizaba una revisión completa de la obra y la modificaba con la humildad de quien reconoce sus errores, sin sujetarse a dogmas.

21. Luis Carral y de Teresa, Derecho notarial y Derecho registral, 1965

En esta obra, el autor estudia la importancia de la existencia de una figura que dé certeza a los actos jurídicos celebrados entre los integrantes de una sociedad, función que en nuestro Derecho se reviste en la figura del notario, en virtud de la delegación de fe pública que le otorga el Estado y a los conocimientos indispensables que para dicha tarea ha hecho suyos dicho fedatario, sobre la base de las facultades y las obligaciones que establece la ley. La primera edición es de 1965 y es la primera obra que estudia aisladamente esta materia, involucrando el aspecto registral, íntimamente ligado al notarial.

22. Cipriano Gómez Lara, Teoría general del proceso, 1974

Con siete ediciones a la fecha, esta obra apareció por primera vez en 1974. Estudia al Derecho procesal como una materia aislada, con conceptos jurídicos propios, separados de la rama a la que correspondan, determinando las reglas generales del proceso en sí mismo. Desarrolla la parte teórica que corresponde a todas las ramas del Derecho instrumental. Los temas fundamentales son la acción, la jurisdicción, la competencia y el proceso, los cuales el autor desarrolla en forma sencilla y amena, cuidándose de no incluir ninguna práctica que lo haga incursionar en el procedimiento civil general.
23. Raúl Cervantes Ahumada, Derecho mercantil, 1984

Este libro contiene exposiciones teóricas en las que se ha reunido el material que explica la actuación de las instituciones en la práctica mercantil y en los textos legales que, para el estudiante de la licenciatura en Derecho, deben ser la base fundamental de su investigación y el contenido mínimo de su conocimiento. Se trata de un texto para un curso institucional a nivel académico de la licenciatura, un clásico de la materia y un referente obligado en los foros de enseñanza. Editado en 1984, ya suma cuatro ediciones más.
24. Jorge Alfredo Domínguez Martínez, El fideicomiso, 1972

En este libro, la figura del fideicomiso es observada y analizada como un acontecimiento jurídico novedoso e independiente, de una forma en que nadie lo había hecho —en un solo tomo—, con aplicación a la regulación legal de la teoría general del acto jurídico, tanto en su régimen anterior a la reforma de 2003 como a partir de dichas modificaciones. El autor analiza la situación de los bienes fideicomitidos, el régimen fiscal que le es aplicable, sus bondades para la inversión extranjera, así como el análisis de las mencionadas reformas. Editada por primera vez en 1972, suma 12 ediciones más hasta el momento.

25. José Arce y Cervantes, De las sucesiones y De los bienes, 1983

La aparición de De las sucesiones fue en 1983, y a la fecha suma ocho ediciones. Constituye una herramienta didáctica y profunda sobre la materia sucesoria. Consta de cuatro partes dedicadas al estudio de la sucesión testamentaria, la sucesión legítima, el análisis de las disposiciones comunes a las sucesiones testamentaria y legítima, así como a las sucesiones especiales. Este material contiene apéndices que lo enriquecen no sólo como libro de texto, sino también como obra de consulta, en los que se abordan aspectos como la tramitación de sucesiones ante notario, los impuestos sucesorios, el pacto sucesorio y la comunidad hereditaria, además de incluirse resoluciones judiciales de interés para los temas abordados en el libro. También incluye un índice de voces. El texto De los bienes contiene conceptos básicos del Derecho civil. A la principal exposición de los temas se han agregado cuatro apéndices: “El derecho del tanto de los copropietarios”; “El régimen jurídico de otros bienes en el Derecho mexicano”; “Los asentamientos humanos”, y “Tesis de jurisprudencia y ejecutorias relativas a la materia de los bienes”. Hasta la fecha suma seis ediciones. Su gran virtud es que sintetiza en una obra concreta y útil dos materias muy complejas y extensas cuyo estudio se dificulta sin el auxilio de textos sencillos como éste.

NOTAS

* Licenciado en Derecho por la UNAM y notario 233 del Distrito Federal.

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